Las ovejitas de mamá...

La historia con las ovejitas viene desde que papito y yo trabajábamos a las afueras de Bogotá, en una finca que se llama La Mana, de los curas claretianos. Un día papito llevó a mamita a caminar por la finca en el descanso de las clases que dictaban los dos de música, y se encontraron con una ovejita recién nacida. "Chiki"--como me llama tu papi--estaba tan enternecida que hasta ganas le dieron de alzar el animalito y casi se derrite de ver la ternura y docilidad de estos animales. Papito estaba enternecido de verme tan feliz y asombrada y desde entonces guardamos recuerdos muy bonitos de esta experiencia y pensamos en cómo Jesucristo mismo nos llama su rebaño! No creo que sea precisamente por las actitudes que muchas veces tenemos como humanos, sino mas bien por esas virtudes innatas que Él espera con tanto anhelo que saquemos a luz. En fin, esta foto viene de unos de los tantos intentos de Chiki para poder acariciar una ovejita. Pero parece que lo que hacía era espantarlas!